Vivian Maier
Vivian
Maier, nació el 1 de febrero de 1926 en Nueva York (Estados Unidos)
y murió el 21 de abril de 2009 en Chicago (Estados Unidos). Trabajó
como canguro durante
cuatro décadas mientra se dedica aficionadamente a la fotografía. Durante
su infancia, estuvo viviendo con sus padres entre Francia y Estados
Unidos debido a que eran refugiados judíos, hasta que fueron abandonadas por su padre. De ahí, empezaron
a convivir con una fotógrafa surrealista, Jeanne J. Bertrand,
posible
figura en la que se fijó para desarrollar su afición por la
fotografía.
A
los 25 años se mudó a Nueva York y luego a los 30 a Chicago, donde
pasó la mayor parte de su vida.
Vivian
no tenía el dinero necesario para revelar sus fotos o carretes, pero
tomaba fotos sin descanso y sin importarle el resultado final.
Coleccionó
libros de arte y esquelas de periódicos, de las que sacó el relato
de una de sus películas en Super 8. Contaba la historia de una madre
y un hijo asesinados, grabando los sitios donde habían estado, como
su casa o lugar de trabajo. También se encontró una cinta en la que
Vivian explicaba su punto de vista de la vida, que dice:
Tenemos que dejar sitio a los demás. Esto es una rueda, te subes y llegas al final, alguien más tiene tu misma oportunidad y ocupa tu lugar, hasta el final, una vez más, siempre igual. Nada nuevo bajo el sol.
En
1959 estuvo viajando por diferentes países sola, como Egipto,
Bangkok, Tailandia, Taiwán, Vietnam, Francia, Italia e Indonesia.
Era socialista, feminista, crítica de cine y campechana. Aprendió inglés yendo al teatro porque le encantaba. Solía llevar chaqueta de hombre, zapatos de hombre y un sombrero grande. Estaba tomando fotografías todo el tiempo y luego no se las enseñaba a nadie.
Cerca
del final de su vida, se quedó sin vivienda, a lo que tres hijos de
los que había cuidado de niños le pagaron el alquiler de un
apartamento y cuidaron de ella hasta su fallecimiento. En 2008,
cuando caminaba sobre hielo recibió un golpe en la cabeza de una
caído y de ahí fue llevada a una residencia, Oak Park, donde
después de cuatro meses, falleció a los 83 años.
Reflexión
En
mi opinión, Vivian Maier hizo tantas fotos y vídeos porque quería
enmarcar su vida o su punto de vista sobre diferentes temas pero sin
darles mucha importancia, más por expresarse que por hacerse famosa.
De ahí y de que no tenía dinero suficiente como para mostrar sus
fotos.
Sobre
el comentario referente a que era una especie de espía, creo que lo
decía por su afición a captar momentos que nadie se esperaba de su
vida, al llevar su cámara de fotos a todos los sitios.
Pensando
en cómo era su personalidad, no pienso que le gustara toda la fama
que se ha montado en torno a su figura o la importancia que tiene
ella ahora en el mundo de la fotografía, creo que una vida de
tranquilidad como la que tuvo le hubiese gustado mucho más.
Realmente,
no pienso que tuviera la vida más feliz posible, pero que en una
época, cuando era niñera, fue muy feliz dado que le encantaban los
niños y tenía tiempo libre para su hobby. Tristemente, cuando dejó
de ser niñera, creo que lo fue pasando peor, hasta que tuvieron que
ayudarla para que tuviera una vivienda y fuera cuidada hasta el día
de su muerte.